15 Tishri 5784 – 30/09/2023

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15 Tishri 5784 – 30/09/2023

La Shoá

«El deber del superviviente es dar testimonio de lo que ocurrió, […] hay que advertir a la gente de que estas cosas pueden suceder, que el mal puede desencadenarse. El odio racial, la violencia y las idolatrías todavía proliferan”. (Elie Wiesel)

Este artículo es:

– En memoria de los 6 millones de víctimas de  nuestro pueblo exterminados por los nazis y sus cómplices. 

– En memoria del millón y medio de niños aniquilados en las cámaras de gas. 

– En memoria de las víctimas españolas que murieron en campos de concentración. 

– En memoria de las víctimas de todos los colectivos perseguidos por el nazismo. 

– En memoria de los Justos de la Humanidad que arriesgaron su vida para salvar a los perseguidos por el nazismo.

Comenzar a escribir sobre el Holocausto Judío es escribir sobre el mayor horror que ha podido vivir la humanidad. Pudo ser realidad a los muchos países que se le adhirieron y por otros que como el avestruz escondieron  sus cabezas, a pesar que sus servicios de información les mantenían al día de los que estaba ocurriendo con la máquina de asesinar  y del horror nazi.

Hoy en día podemos afirmar que eran pocas las naciones que no sabían lo que ocurría, pero a pesar de ello hasta pasado varios años y varios millones de muertos no empezaron a levantar el grito y buscar soluciones.

Shoá es la palabra hebrea para definir este Holocausto que significa «devastación, catástrofe». Familias separadas, brazos marcados, hacinamiento en los campos de trabajo y exterminio, duchas del horror, hornos crematorios y la mayor maquina humana de matar que ha existido en la historia y  en la faz de la tierra.

En enero del año 1933 Adolf Hitler es designado Canciller de Alemania, país donde viven más de medio millón de judíos integrados en una sociedad que se alzaba como de las más progresista y respetuosa con sus conciudadanos. Donde compartían profesión con los que luego les traicionarían y formaban parte de las más altas estancias del gobierno, científicos, artistas, militares, etc….

A los pocos meses Hitler se hace con una policía privada preámbulo de sus ideas de muerte y exterminio judío, que a base de esa mano represora conducían  a los Judíos a encerrarlos en Ghettos y posteriores campos de trabajo y exterminio, construyendo los Nazis más de  100.

Hitler se hace con poderes dictatoriales, y comienza prohibiendo cualquier tipo de actos religiosos y que ocupe ningún cargo destacados en la administración. No pudiendo estudiar, ejercer profesiones como la medicina o la enseñanza. Incluso se prohíbe que un médico no Judío pueda asistir a un Judío y viceversa, así como poseer cualquier propiedad que le son expropiadas y cerradas sus cuentas en los bancos sin posibilidad de recuperar este dinero.

Al principio muchos son los países que firman pactos de adhesión con la Alemania Nazi, en ocasiones siendo invadidos y perdiendo su autonomía como estado libre.

La escalada de violencia y violaciones de derechos cada vez es más fragante teniendo uno de sus estallidos principales con el asesinato de un funcionario alemán en la embajada de París, de mano de un adolescente judío, que el 9 de noviembre de 1938, conocida como la Kristallnacht “Noche de los cristales rotos” y en pocos días se queman más de cientos de sinagogas, miles de comercios de judíos, cementerios, hospitales, colegios y cientos de judíos asesinados.

Ya en el año 1939 Hitler en unas declaraciones muestra sus cartas, donde no oculta su odio y la intención de aniquilar a los Judíos, obligando a entregar todas sus pertenencias, tanto en Alemania como en los países que ya había invadido (por o sin la fuerza) y sus próximas invasiones (entre ellos Rumania, Hungría, Austria, Checoslovaquia, Polonia, Dinamarca, Noruega, Francia, Bélgica, Holanda, y Luxemburgo…). Igualmente, cada vez son más los países donde sus ciudadanos Judíos son obligados a portar una estrella amarilla para ser identificados.

Ya en 1940 la máquina del odio cada vez es mayor y los muertos Judíos ya son contados por cientos de miles, mientras en Polonia el campo de concentración de Auschwitz, es el último destino de muchos alemanes que llegan en su viaje en tren para acabar en las cámaras de gases y los hornos crematorios, así como en los otros campos de exterminio que se van conformando a lo largo de estos países.

Los años van pasando y la Solución Final para los Nazis y sus objetivos se van cumpliendo, acabar con todos los Judíos del mundo, mientras cada vez son más los millones de Judíos muertos y mutilados.

Hay que esperar hasta 1943 para ver uno de los momentos decisivos para la caída nazi, la resistencia del Gheto de Varsovia contra las tropas Nazis. 

El año 1945 es demasiado tarde para el fin de esta contienda y el fin de esta máquina de matar ante tanta pasividad, son ya 6.000.000 de judíos muertos y otros tantos marcados de por vida. Europa recobra su reconstrucción, pero como hemos dicho llega demasiado tarde esta ayuda, muchos años mirando a otro lado ante  el mayor y horrendo crimen cometido por la humanidad. 

De los 8.310.000 judíos que se estimaban vivían en Europa en 1939, 6 millones desaparecieron entre ellos 1.500.000 niños.